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La noche entre 8 y el 9 de marzo, un grupo de personas en el centro de Malmö fue atacado por neonazis del "Svenskarnas parti" (El partido de los suecos). Sucedió justo después de una manifestacion nocturna contra la violencia machista que acabó sobre la medianoche en "Möllevångstorget", en el día internacional de la mujer trabajadora. Una de las personas víctima del ataque ha sido internada en la unidad de tratamientos intensivos, por graves lesiones en la cabeza. Tres de las personas agredidas, fueron atacadas con cuchillos, una de ellas acabó con una herida grave en un pulmón. El ataque no es una casualidad. Los neonazis habían buscado toda la noche a participantes de la manifestación para agredirlos.

El ataque contra los manifestantes no se puede ver como un suceso aislado. El incendio provocado contra una escuela socialista en octubre 2013 fue el inicio de una intensificación de la violencia nazi en Malmö. Locales izquierdas han sido objetos de pintadas y ventanas rotas, y un miembro de 16 años de edad, de la Juventud Socialdemócrata sueca fue atacado en enero por dos hombres que lo amenazaron si seguía difundiendo su ideología.

La persona de 25 años de edad que ha sufrido las heridas más graves del ataque, es una figura prominente en la lucha contra la homofobia y el racismo en el mundo de fútbol, y  por eso su foto fue difundida por el partido nazi sueco en su página web, no hace mucho tiempo.
Según el testimonio de personas que presenciaron la agresión, Andreas Carlsson, un hombre de alto rango en "Svenskarnas parti" formaba parte del grupo agresor. Le vieron atacando a los manifestantes con un cuchillo. Andreas Carlsson volvió a Suecia desde Kiev hace poco, donde estaba apoyando el partido Svoboda en sus intentos por tomar el poder en Ucrania. En la página web del partido nazi sueco se ha instado a los nacionalistas suecos a que apoyen in situ el golpe de estado en Ucrania. Algunos de los participantes se han quedado para alistarse en el ejército ucraniano mientras el grupo de Carlsson retornó a Suecia solo unos días antes del 8 de marzo.

El 8 de marzo, antes del ataque, la Jefa analitica del Servicio de Seguridad sueco, Ahn-Za Hagstrom afirmó que no veía ningún riesgo de aumento en la intención o capacidad para cometer delitos por motivos políticos cuando llegan desde Ucrania. El ministro de asuntos exteriores, Carl Bildt, explicó en una entrevista que el partido hermano de "Svenskarnas parti" son demócratas europeos que trabajan por nuestros valores. Esta normalización de los partidos fascistas en otros países de Europa  dan como resultado que Svenskarnas parti y su partido hermano en Ucrania, piensen que pueden usar la violencia sin consecuencias.

Todo tipo de cuerpos policiales está ignorando la violencia de extrema derecha, haciendo pasar intentos de asesinato por guerras callejeras entre extremos políticos. Esto sucede solo unos meses después que la policía ignorara advertencias sobre un ataque de otro grupo neonazi, Svenska Motståndsrörelsen, en una manifestacion antirracista en Kärrtorp, Estocolmo.

Está claro que la amenaza fascista en Suecia y Europa contra los movimientos sociales no se toma en serio ya que el fascismo, al fin el cabo es parte del sistema capitalista y es su punta de lanza. Ni el gobierno, ni la policía secreta (SÄPO) ni ningún tipo de cuerpo policial, han sido capaces de presentar un estrategia clara y coherente contra esta situación. Debido a esto no se ve la gravedad del asunto ya que la extrema derecha sueca ha aprendido técnicas paramilitares durante sus viajes a Hungría, Ucrania y Grecia con el apoyo de sus partidos homólogos de extrema derecha como Jobbik, Svoboda o Amenecer Dorado