Dos acciones terroristas marcaron la nueva fase de la ultraderecha venezolana en los últimos días: envenenar el agua en Mérida con gasoil y quemar dos puntos del parque nacional Waraira Repano.
El primer hecho ocurrió el pasado domingo en la planta de agua Bourgin, situada en el estado Mérida, donde vaciaron 100 litros de gasoil y pusieron en peligro la vida de más 180.000 habitantes de esta entidad, lo que representa el 80% de la población.
El segundo acto terrorista fue en horas de la tarde de este lunes al incendiar dos puntos del Parque Nacional Waraira Repano, que quemó unas 100 hectáreas del también conocido como pulmón vegetal de Caracas.
En el caso del acueducto de Mérida, que surte del vital a casi toda la población, las últimas evaluaciones técnicas especializadas confirmaron la presencia de combustible en el agua procesada para consumo humano.
Gasoil, aceite y grasas fueron parte de las sustancias nocivas utilizadas para intentar generar un casos en el país y cumplir con la agenda que estos grupos se han planteado durante más de un mes de acciones violentas: intentar desestabilizar, por la vía del terrorismo, a todo el país y al Gobierno del presidente de la República, Nicolás Maduro, electo por la mayoría del pueblo en las últimas elecciones.
“A todas luces se trata de una acción macabra y premeditada. Accedieron a nuestras tuberías, las que están antes de la planta de tratamiento, perforaron la tubería y debieron verter más de 100 litros del presunto gasoil. ¿Qué iba a pasar a los merideños si el agua contaminada hubiera llegado a sus hogares? ¿Qué efectos iba a generar esto en el pueblo merideño?”, señaló este martes el ministro para el Ambiente, Miguel Leonardo Rodríguez.
Por su parte, en el Parque Nacional Waraira Repano, cuya superficie es de 82.192 hectáreas entre Distrito Capital, Vargas y Miranda, y donde se mantienen alrededor 25 kilómetros de cortafuegos que tienen como función evitar que se propaguen incendios forestales, se perpetró el ataque terrorista con la provocación de dos incendios.
Los incendios fueron causados a muy pocas distancia de las líneas 1 y 2 del sistema eléctrico Tacoa-Boyacá, que funciona en la ciudad capital.
“De la forma en que ocurre el hecho nos hace suponer que fue provocado, primero porque existen dos elementos en Caracas que reciben la línea de transmisión del Waraira Repano. Primero se produjo un incendio en el Marqués a las 6:00 de la tarde y pudimos controlarlo, y luego otro que se produjo aquí en la Cota Mil (Waraira Repano) en la noche. Los incendios fueron localizados en dos sitios, donde están las únicas subestaciones 230 del Sistema Eléctrico Nacional” explicó el ministro para Energía Eléctrica, Jesse Chacón.
Estos ataques a la estatal Aguas de Mérida y al Sistema Eléctrico Nacional se suman a otras arremetidas de grupos terroristas que han perpetrado acciones vandálicas contra escuelas, institutos universitarios, infraestructuras turísticas y de transporte en el contexto de una agenda desestabilizadora que impulsa un golpe de Estado en el país. Como parte de esta arremetida, 36 personas han muerto entre ellas civiles y efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado.