Proclamada la República Popular de Donetsk



En la ciudad de Donetsk manifestantes contrarios al nuevo Gobierno de Kiev han proclamado la República Popular de Donetsk. En una reunión celebrada en la sede de la Administración regional de Donetsk la proclamación fue aprobada unánimemente.


"En nombre de la República Popular de Donetsk puede intervenir únicamente el Consejo Supremo de la República. Las cuestiones más importantes de interés público relacionadas con el desarrollo de la República y con sus relaciones con otros Estados serán discutidas en la consulta popular o referendo", reza la declaración del Consejo.


Según los activistas, el referendo se celebrará antes del 11 de mayo. "La República Popular de Donetsk se crea dentro de los límites administrativos de la región de Donetsk. Esta decisión entrará en vigor inmediatamente después del referendo", reza la declaración de los activistas.  




Asimismo, el Consejo Popular de Donetsk ha pedido al presidente de Rusia que, en caso de agresión de las autoridades de Kiev, Moscú despliegue en esta región ucraniana un contingente temporal de paz. 


No obstante, el presidente de la Comisión de Defensa y Seguridad de la Cámara alta del parlamento ruso, Víktor Ozerov, puntualizó que las fuerzas rusas de paz podrían ser enviadas a territorio de otro Estado solo en el marco de las normas internacionales existentes.  




"Rusia no tiene derecho a hacerlo de forma unilateral. De otra forma, si fuera aprobada una resolución correspondiente del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el envío de tropas de paz, entonces Rusia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad y miembro de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, podría unirse a las fuerzas de paz para garantizar la seguridad en una u otra región", subrayó.  
Los manifestantes decidieron crear un Consejo Popular después de que el Consejo Regional de Donetsk se negara a celebrar una sesión extraordinaria sobre la convocatoria de un referendo que defina el estatus administrativo de la región de Donetsk.  

Al mismo tiempo, un grupo de desconocidos intentó asaltar la sede de la televisión regional. Según un empleado del canal estatal, un coche se acercó a la entrada del edificio después de que personas no identificadas abrieran fuego de ametralladora y se retiraran tras la llegada de las fuerzas de seguridad. Se informa que la mayoría de los empleados del centro de televisión han sido evacuados.   

Por su parte, las autoridades de la ciudad de Donetsk han declarado que están dispuestas a resolver todos los conflictos dentro del marco jurídico, buscando una solución constructiva mediante el diálogo, y han llamado a los líderes de las protestas a no participar en acciones ilegales y a evitar provocaciones y el derramamiento de sangre.  

Mientras tanto, las autoridades de EE.UU. han declarado que no reconocerán el referendo en Donetsk si éste no se corresponde con la constitución de Ucrania. "Cualquier referendo que no se celebre conforme a la Constitución y viole la legislación, será considerado ilegal y como parte del teatro político", manifestó el embajador de EE.UU. ante la OSCE, Daniel Baer, citado por la agencia Itar-Tass.  

La proclamación de la República Popular de Donetsk se produjo tras las multitudinarias protestas contra las autoridades actuales de Kiev y en apoyo de la federalización de Ucrania. Las manifestaciones arrancaron este domingo pacíficamente, pero los manifestantes asaltaron un edificio de la administración regional y exigieron la celebración de un referendo.  

El politólogo Carlos Martínez García opina en declaraciones a RT que las protestas en varias ciudades del sureste de Ucrania son una reacción a la política radical de Kiev, que trata de limitar los derechos de la minoría étnica rusa. "Esto puede conducir a una situación peligrosa", advierte el experto, que recuerda que la cultura rusa en Ucrania es tan antigua como la propia Ucrania. 
"La extrema derecha gobernante que se ha impuesto en el Gobierno de Kiev está acabando con los derechos incluso lingüísticos de las poblaciones prorrusas. Esto es algo que en ningún país de la Unión Europea se hubiera tolerado", concluye.